Llora por mí luna nueva,
entrégame la luz de tu vida
que llegue a mi corazón
y se conviertan en diamante.
Reluce mi castillo,
hazlo florecer nuevamente.
Dame el permiso de ver
lo que a veces no puedo ver.
Mi vista ha estado nublada,
mis manos tapadas y
mis pies adoloridos.
Si logras entrar en mí,
te describiría como
la más bella alma
que en mi vida conocí.