No retroceder

Mi corazón no está vacío,
la soledad es mi dueña
y me abraza Jesús,
que es el que me espera
para que sea su esposa
en la vida eterna.
Pero el valor y la dignidad
huyen como fieras…
y es el temor el cual se apodera
de los pensamientos escuálidos
de un traidor satanizado.

Espero que te haya gustado mi estilo de escritura ¡Dejá tu opinión!


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