Tengo un pensamiento
hondo, penetrante y capacitado
para hacerme llorar.
Seguramente será un pensamiento negativo,
mientras la otra milésima parte de mi cerebro
esconde los pensamientos positivos
cuando algo pasó.
El ser humano es
pesimista por decisión,
cuando el inconsciente
lo tiene arrastrado al consumismo
de los medios de difusión de información.
¡Qué pena! ¡Qué testarudez de la estación de mi voz!
Que buscando algo para animarme
se quedó muda escuchando la bulla
de los espacios del reloj.