Hay un bullicio queriendo despertarme,
descorazonado aprieta fuerte el gatillo.
En la piel oxidada de mis ardientes dedos
se deja ver la pistola que aprieta mi pecho.
¡Qué holgazana y desolada fue!
Hoy ha venido a matarme.
Allá en la montaña de mi pelo está la
mancha en mi cráneo que me dejó viviendo.

¡Gracias por leer!
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hermoso poema!
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Muchas gracias. Espero que te gusten los demás. Saludes.
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