Cuando sale el sol
recuerdo mis días de verano.
No era cosa inerte,
era compañera de las flores.
Conocí la dicha precisa,
el zumbido de las abejas en mi cabeza.
Y como Garcín, encerraba a mi pájaro azul con candado.
Cuando sale el sol
recuerdo los amores desolados.
Que llegaron a mi en sueños
y físicamente han desaparecido. Olvidados.
Y el pájaro azul, con las alas cortas,
picoteaba mis sentidos…
junto a la luna llena, mi amante eterna.
Cuando viene la noche
me acostumbro a la zozobra.
Junto a las luciérnagas veo
los muertos de mi vida.
La copa reboza de llena
y el pájaro azul, rebota en mi cabeza…
Libertad dulce, entregada y jamás presa.

¡Gracias por leer!
Puedes dejar tu comentario, estaré feliz de conversar contigo sobre literatura
En la frontera
Escribí este poema cuando estaba en Choluteca, Honduras.
Volveré
¡Regresé! Publicando más poesía más alguna narrativa escondida.
Campo verde de verdades despiertas
Mi abuelo tenía 76 años cuando murió de cáncer. Su cara alargada, sus dientes perfectos, su semblante alegre y la altura de su cuerpo… No lo he de olvidar.
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Me gustaLe gusta a 1 persona
Cuando viene la noche
me acostumbro a la zozobra.
Bello.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, en serio muchas gracias por comentar el poema. Estoy agradecida por tu lectura y que te haya gustado parte de los versos. Saludes.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a usted por compartir.
Me gustaLe gusta a 1 persona