Clara no está clara

Clara no está clara. Husmea en su pensamiento. Intenta explicarse un porqué de su enojo, un porqué de su silencio y un porqué de sus ganas de no ver a nadie; ni si quiera quiere pasar momentos junto al hombre con el cual se supone estar segura y sabe que él daría todo lo que fuera por estar junto a ella.

A Clara le preocupa cada fósforo que se gastó. Le desordena saber que su botella de agua no está en el lugar que la dejó cuando empezó a leer el nuevo libro mientras dejó otro porque se aburrió de su inicio melancólico.

Cada minuto que siente tener libre y no encuentra qué hacer arremete en ocuparse de todo lo que no la haga pensar

A veces ella quiere desaparecer y meterse en un frasquito y no salir; ella es totalmente «histérica», enojada y de una nada, empieza a decir malas palabras para desahogarse. En ese momento de enojo quiere llorar y no puede; le agarra por levantarse y sentarse repetitivas veces, dice que se bañará y le da vueltas al asunto. Se desespera. Su semblante es de cara de muerta, labios bien apretados, ceño fruncido y siente un sueño terrible con ganas de no despertar nunca más.

No entiende por qué se siente así. Por más de tres días seguidos está perdida. Sin derramar lágrimas completas y con la necesidad de estar solo con ella, escribiendo y sacando entre miles de personajes lo que podría ser ella de forma indirecta.

Quizá sea un escapismo lo que quiere hacer, escribir, quizá sea una ilusión barata que no le traerá ningún ingreso, ¿valdrá la pena desahogarse de esa forma, tener tiempo para escribir y agotar su vida mental? Fracasar en cada decisión es un peso de aflicción.

¡A la gran puta, si es una mujer que a los 22 años ha logrado mucho y no sabe ni agradecer una pendeja admiración que le hacen acerca de su vida! Cree que todo lo que ha logrado es simplemente porque tenía que pasar y ya. Incluso en su cabal raciocinio, piensa que no se lo merece. Es un tormento de pensamientos y a veces quiere salir de estos. Matarlos, enterrarlos o bien, consumirlos para siempre y que no la atormenten más.